Recubrimiento con injertos. En qué consiste y cómo se puede solucionar.
Muchas veces acuden a nuestra consulta pacientes con un problema del que han tardado mucho en darse cuenta: La retracción de encías es un problema que se hace visible con el paso del tiempo. Y es que, al agravarse de forma extremadamente gradual, la persona que lo sufre puede tardar años en ser consciente, lo que supone un problema mucho más grave.
¿Qué es la retracción de encías?
La retracción de las encías, o recesión gingival, es un “encogimiento” de las encías hacía la raíz el diente. Es una enfermedad progresiva que puede comenzar tempranamente como en la niñez o la adolescencia y que empeora a lo largo de los años. En el momento en que se hace evidente, generalmente en la edad adulta, las raíces de los dientes pueden haber quedado expuestas. Y como resultado, aumenta la sensibilidad dental del paciente, lo que le hace alertarse, ya que la raíz del diente queda expuesta. Es, si llegamos a este punto, cuando se puede acabar con la pérdida del diente.
Causas de la retracción de las encías
La retracción de las encías puede darse por varios motivos, algunos provocados por nosotros mismos, y otros, que se dan por la propia forma de la cavidad bucal, pero que aún así, también tienen solución.
1) Maloclusión o malposición dentaria. Se trata de un mal alineamiento de los dientes, que les hace no encajar totalmente. La mayoría de las personas tienen algún grado de maloclusión, pero normalmente no es tan seria como para requerir un tratamiento. Sí es verdad que esto a la larga, puede terminar perjudicando nuestra salud bucodental.
2) Bruxismo: Se produce cuando se aprietan fuertemente los dientes superiores y los inferiores y además se mueven de atrás a adelante y viceversa, generalmente de forma inconsciente. Y muchas veces, mientras se duerme. Esto, provoca dolores de cabeza y cambios en el sueño, por lo que además de la retracción, el paciente no goza de buen descanso.
3) Cepillado agresivo. Si nos cepillamos con demasiada fuerza los dientes, las encías pueden inflamarse y provocar la retracción.
4) Ortodoncia. En algunas ocasiones la ortodoncia manifiesta el efecto de recesión de la encía, sobretodo si el paciente presenta unas encías delicadas.
5) Gingivitis o periodontitis. Obviamente las enfermedades de las encías provocan inflamación por la placa bacteriana acumulada, lo que empuja a las encías produciendo la recesión gingival.
6) Piercings: Hay estudios que han determinado que más de un tercio de las personas con piercings en la boca, experimentan recesión de las encías.
Hay que ser conscientes de que la encía no vuelve a crecer y que para corregir el defecto estético que produce la retracción es necesario realizar un injerto gingival.
Posibles soluciones: Injertos de encía
Como posible solución el paciente puede enfrentarse a varios tipos de intervención para tratar el problema de la retracción de encías. Se trata de injertos de tejido procedente de la cavidad bucal del propio paciente o de un banco de tejido.
Recubrimiento con injerto del paladar o injerto de tejido conectivo: Se trata de una pequeña intervención en la que se corta un trozo del paladar y se separa el tejido conectivo subepitelial pegándose a la encía que rodea el diente expuesto.
Injerto gingival libre: Es parecido al anterior, en el sentido de que implica el uso de tejidos del paladar que hace de “donante”, pero este método es usado a menudo en personas que tienen las encías demasiado finas y requieren tejido adicional para engrosarlas.
Injerto gingival pediculado: En este procedimiento, en lugar de tomar tejido del paladar, se coge de la encía que rodea al diente necesitado de restauración. Obviamente, esta técnica sólo puede ser utilizada con personas que tengan bastante material alrededor del diente para trabajar.