La pérdida de hueso en la boca es un problema más frecuente de lo que parece. Puede aparecer tras una extracción, por infecciones previas, por traumatismos o por llevar mucho tiempo sin diente. Cuando ocurre, puede comprometer la estética, la mordida y la posibilidad de colocar implantes. La regeneración ósea guiada (ROG) es una técnica avanzada que permite recuperar ese volumen óseo perdido de forma predecible y segura.
En la Clínica Dental y Maxilofacial Aitziber Yagüe Cortázar utilizamos esta técnica en aquellos pacientes que necesitan recuperar hueso para mejorar su salud bucodental o preparar la zona para implantes. Se trata de un procedimiento planificado, mínimamente invasivo y basado en biomateriales de alta calidad que facilitan que el propio organismo regenere hueso nuevo.
Qué es la regeneración ósea guiada
La regeneración ósea guiada es un procedimiento que crea un entorno protegido para que el cuerpo pueda volver a producir hueso donde antes había un defecto. Para lograrlo, se coloca una membrana y un material de injerto que mantienen el espacio necesario para la regeneración y evitan que el tejido blando invada la zona. Con el paso de los meses, ese espacio se transforma de manera natural en hueso propio del paciente.
Su finalidad es clara: recuperar la cantidad de hueso necesaria para conseguir estabilidad funcional, mejorar la estética de la zona y permitir la colocación de implantes en una posición correcta.
¿Por qué es necesario proteger la zona para que el hueso se regenere?
Tras una pérdida ósea, el cuerpo tiende a rellenar el espacio rápidamente con tejido blando, no con hueso. La membrana actúa como una barrera que lo impide y mantiene un espacio estable donde el hueso puede formarse sin interferencias. Con esta técnica, el organismo aprovecha ese espacio para regenerar tejido óseo nuevo con mayor fiabilidad.
Cuándo se recomienda la regeneración ósea guiada
La ROG se indica en situaciones como: defectos óseos tras extracciones, crestas estrechas o con pérdida de altura, zonas donde se va a colocar un implante pero falta apoyo óseo, dehiscencias y fenestraciones alrededor de implantes o dientes, y reconstrucciones tras traumatismos o infecciones. En estos casos, la regeneración ósea guiada ayuda a devolver estabilidad, prevenir problemas futuros y mejorar la base sobre la que se trabajará.
Aplicaciones en implantología y cirugía maxilofacial
La regeneración ósea guiada es fundamental en implantología moderna. Cuando no hay suficiente hueso para colocar un implante en una posición ideal, la ROG permite reconstruir la zona y proporcionar el volumen necesario. Dependiendo del caso, puede realizarse a la vez que el implante o en una fase previa para obtener un resultado más estable. En cirugía oral y maxilofacial, la técnica se emplea para recuperar contornos óseos perdidos, mejorar la estética facial o reconstruir defectos derivados de extracciones complicadas o lesiones previas.
Preservación del alvéolo tras una extracción
Después de extraer un diente, el hueso tiende a reabsorberse rápidamente. La preservación alveolar mediante técnicas de regeneración ayuda a mantener la forma y el volumen del hueso, facilitando la sustitución posterior por un implante y mejorando la estética de la zona.
Membranas y biomateriales utilizados
Los materiales empleados en regeneración ósea son biocompatibles y están diseñados para integrarse con el organismo. Las membranas pueden ser reabsorbibles (el cuerpo las reabsorbe con el tiempo) o no reabsorbibles (requieren retirada en una cita posterior). Cada opción se elige según el tipo de defecto y la estabilidad necesaria.
En cuanto al injerto, puede ser autógeno (del propio paciente), xenógeno o alógeno (de origen biológico tratado) o sintético. Todos ellos actúan como soporte para que el hueso del paciente pueda regenerarse de forma ordenada.
Cómo se realiza el procedimiento
La intervención comienza con un estudio mediante CBCT para analizar la zona con precisión y planificar el tratamiento. Durante la cirugía, se coloca el biomaterial en el área donde falta hueso y se cubre con una membrana. Por último, se sutura el tejido de forma que quede bien sellado y protegido. La cicatrización es progresiva, y el hueso nuevo suele consolidarse en un periodo de entre 4 y 9 meses, dependiendo del tipo de regeneración realizada.
Cuidados tras una regeneración ósea guiada
Tras la cirugía, es importante seguir unas pautas sencillas que favorecen una buena cicatrización. Se recomienda aplicar una higiene suave en la zona, evitar alimentos duros durante los primeros días, no fumar (el tabaco reduce notablemente la capacidad de regeneración) y acudir a las revisiones programadas. En algunos casos pueden pautarse analgésicos o antibióticos según el criterio del especialista.
El seguimiento es clave, especialmente si se ha utilizado una membrana no reabsorbible, ya que debe retirarse cuando el tejido lo permita.
Una técnica segura y predecible cuando se realiza en manos expertas
La regeneración ósea guiada es una de las técnicas más utilizadas y estudiadas en implantología y cirugía oral. Su eficacia depende de una planificación rigurosa, materiales de calidad y una correcta ejecución quirúrgica. En nuestro centro, la combinación de tecnología avanzada, experiencia en cirugía maxilofacial y un enfoque multidisciplinar nos permite ofrecer resultados estables y naturales, adaptados a las necesidades de cada paciente.




