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Elevación de seno maxilar: técnicas actuales y alternativas seguras

19 de noviembre de 2025

Cuando se pierden dientes en la zona posterior del maxilar superior, el hueso tiende a reabsorberse con el tiempo. Esta pérdida ósea, unida al descenso natural del suelo del seno maxilar, puede dificultar la colocación de implantes en esa área. La elevación de seno maxilar es una técnica ampliamente utilizada en odontología y cirugía maxilofacial para recuperar el volumen necesario y permitir una rehabilitación funcional y estética.

En la Clínica Dental y Maxilofacial Aitziber Yagüe Cortázar realizamos este procedimiento desde un enfoque seguro, planificado y adaptado a las características de cada paciente, utilizando tecnología avanzada como el CBCT para medir con precisión la cantidad de hueso disponible y diseñar un tratamiento personalizado.

Qué es la elevación de seno maxilar y por qué se realiza

La elevación de seno maxilar es una intervención que permite aumentar la altura ósea en el sector posterior superior. Para ello, se accede al seno maxilar, se eleva suavemente la membrana que lo recubre (llamada membrana de Schneider) y se coloca un biomaterial que actuará como soporte para que el hueso del paciente se regenere.

Al crear este espacio y rellenarlo con injerto, conseguimos una base sólida donde posteriormente podrá colocarse un implante dental de manera estable. Esta técnica evita recurrir a soluciones provisionales o poco predecibles cuando falta hueso.

Cómo funciona la regeneración ósea en el seno

El injerto colocado sirve como un “andamiaje” que permite que el organismo forme hueso nuevo de forma progresiva. Según el tipo de material utilizado y la técnica aplicada, la regeneración suele completarse entre 4 y 9 meses. Durante ese tiempo, el cuerpo vasculariza el área, incorpora el material y crea una base ósea apta para soportar un implante.

El objetivo final es conseguir varios milímetros de hueso adicional de forma estable y segura, reduciendo al mínimo posibles complicaciones como reabsorción parcial del injerto o perforación de la membrana durante la cirugía.

Candidatos y criterios para realizar una elevación de seno

La indicación depende de una valoración clínica completa y un análisis detallado mediante CBCT, que permite medir la altura ósea restante entre la cresta alveolar y el suelo del seno, observar la salud de la mucosa y detectar variantes anatómicas como septos.

En general, se consideran estos criterios: altura ósea disponible, salud del seno (ausencia de sinusitis activa), anatomía favorable para cada técnica, estado general del paciente (control de enfermedades sistémicas como diabetes), ausencia de hábitos perjudiciales como el tabaquismo y disponibilidad para seguir los tiempos de cicatrización. Cuando la mucosa del seno está inflamada o existe patología previa, es necesario tratarla antes de realizar la elevación.

Técnicas de elevación de seno maxilar: lateral y transcrestal

Existen dos técnicas principales, seleccionadas según la cantidad de hueso disponible y la anatomía del paciente.

Técnica de acceso lateral

Es la opción más utilizada cuando existe muy poca altura ósea. Consiste en abrir una pequeña ventana en la pared lateral del seno, elevar cuidadosamente la membrana y colocar el material de injerto. Permite ganar una mayor cantidad de hueso y es una técnica muy versátil, indicada en casos complejos o cuando se necesitan aumentos importantes.

Técnica transcrestal

Es menos invasiva y se realiza desde la cresta alveolar, elevando el suelo del seno de forma controlada mediante instrumentos específicos. Suele indicarse cuando la altura ósea residual es moderada (habitualmente 5-6 mm) y se desea realizar un aumento más pequeño. Su principal ventaja es que, en muchos casos, permite colocar el implante en la misma cirugía.

La elección entre ambas técnicas depende de la valoración mediante CBCT, la experiencia del cirujano y las preferencias del paciente en cuanto a tiempos y grado de invasividad.

Avances modernos que mejoran la seguridad y los resultados

La cirugía actual cuenta con herramientas que aumentan la precisión y reducen el riesgo de perforación de la membrana sinusal. La cirugía piezoeléctrica, por ejemplo, permite cortar el hueso sin dañar los tejidos blandos. Asimismo, los biomateriales utilizados hoy en día —injertos autólogos, xenoinjertos o materiales sintéticos— ofrecen una integración predecible y estable.

El uso de PRF (concentrados plaquetarios del propio paciente) ayuda a mejorar la cicatrización y favorece una recuperación más cómoda, mientras que las membranas de barrera sirven para mantener el injerto en su sitio y garantizar su estabilidad.

Alternativas a la elevación de seno maxilar

En algunos casos, puede optarse por soluciones menos invasivas si la anatomía lo permite. Entre las alternativas destacan los implantes cortos, que pueden colocarse sin necesidad de elevar el seno cuando la altura residual es limitada, y los implantes angulados, que aprovechan mejor el hueso disponible sin necesidad de aumentar el seno.

Otra opción es recurrir a técnicas de regeneración ósea guiada (ROG) cuando el defecto es localizado y no afecta a todo el seno. La elección entre estas alternativas depende del plan protésico, la salud del hueso, los tiempos deseados y las preferencias del paciente.

Planificación, riesgos y cuidados postoperatorios

Una correcta planificación con CBCT permite identificar la altura ósea disponible, la presencia de septos o irregularidades y el estado de la membrana sinusal. También ayuda a determinar qué técnica es más segura y predecible. Entre los riesgos más comunes se encuentran la perforación de la membrana, infecciones sinusales o molestias temporales, aunque su incidencia es baja con un protocolo adecuado y seguimiento profesional.

Después de la intervención, es importante seguir recomendaciones como tomar la medicación prescrita, mantener una dieta blanda, evitar sonarse la nariz durante las primeras semanas y no realizar esfuerzos que aumenten la presión en los senos. Además, deben extremarse los cuidados de higiene oral y acudir a las revisiones programadas.

Con una planificación rigurosa, materiales adecuados y un seguimiento correcto, la elevación de seno maxilar es una técnica segura, predecible y muy efectiva para rehabilitar la zona posterior del maxilar superior con implantes dentales.