Después de varios meses de calor por el verano y la primavera, nos vemos envueltos en el esperado frio del otoño – aunque este año se ha hecho esperar –. Las bajas temperaturas pasen factura a nuestra salud bucodental. En otoño bajan las temperaturas, algo que puede suponer un riesgo añadido para nuestra boca. El frío puede llegar a provocar dolor de dientes, grietas en los labios e irritación de garganta.
Si te paras a pensar, te darás cuenta enseguida de que los dientes se han visto sometidos durante estos meses a un ligero maltrato por nuestra parte. Y es que los contrastes de temperatura y los abusos y comilonas, ya se sabe, no son nada buenos para ellos. Helados, bebidas con hielo, azúcares, alcohol…todo perjudica a nuestros dientes, y esto los deja más sensibles de lo normal.
La sensibilidad en los dientes es algo que afecta a muchas personas, de hecho, es un problema que afecta a 1 de cada 3 adultos. Bajo condiciones normales, la dentina subyacente del diente (la capa que rodea directamente el nervio) está cubierta por el esmalte en la corona dental, y las encías que rodean el diente. Con el tiempo y los malos hábitos alimenticios, el recubrimiento de esmalte puede hacerse más delgado, proporcionando así menos protección. Las encías pueden también retraerse con el paso del tiempo, exponiendo la superficie de la raíz subyacente de la dentina. Al llegar el otoño, tras haber expuesto a nuestros dientes a tantos cambios y comidas, la dentadura está más expuesta y el cambio estacional les afecta más de lo normal, notando esos dichosos escalofríos dolorosos y agudos provocados por la sensibilidad bucodental.
Si este es tu caso y en estos últimos días has notado tus dientes más sensibles, toma buena nota, hay varias cosas que no puedes dejar de hacer:
- Realiza una buena higiene bucal diaria. Recuerda que debes lavarte los dientes después de cada comida. Ayúdate de una pasta para dientes sensibles con agentes desensibilizantes que ayude a reparar tu esmalte dental. Si cuidas tu boca correctamente, evitarás patologías que pueden derivar en sensibilidad dental.
- Haz uso de un colutorio específico para dientes sensibles, que complementa la acción de la pasta y permite mantener los principios activos más tiempo en boca.
- Cambia tu cepillo de dientes por uno de con filamentos suaves. Cepíllate despacio sin hacer excesiva presión.
- Después del verano todos queremos cuidar nuestra dieta, y esto también va a ayudar a tus dientes. Evita los alimentos ácidos y con azúcares añadidos (zumos o bebidas de naranja, manzana, yogurt, etc.), y las bebidas o alimentos muy fríos o calientes.
- Corrige malos hábitos como el uso de palillos, el tabaco, cortar hilo con los dientes…etc.
- Evita respirar por la boca si hace mucho frío en la calle.
- Si las molestias persisten, por supuesto visita a tu odontólogo. El profesional de la salud dental puede:
- Aplicar un barniz de flúor en las áreas sensibles para ayudar a fortalecer el diente
- Recetar una crema dental específica con alta concentración de flúor para utilizar todos los días
- Colocar una restauración dental para fortalecer las áreas que han perdido el esmalte
Y recuerda, que aunque no tengas molestias, debes hacer visitas regulares al dentista, evitando así muchos problemas.