Sin querer ser “aguafiestas”, ahora que estamos en pleno verano, tenemos que recordar que en las operaciones de entrada y salida, como las de esta semana, miles de personas cogen el coche para irse de vacaciones. Desgraciadamente los accidentes de tráfico están ahí, y la prevención es fundamental, pero a veces por mucho que queramos prevenir, los accidentes se producen y sus secuelas quedan con nosotros. Con las psicológicas no podemos hacer mucho desde la clínica, pero gracias a la cirugía estética un accidente de tráfico no tiene por qué crearte cicatrices de por vida.
Tras el accidente, ya es bastante duro tener que lidiar con el shock que supone haber vivido esa experiencia, pero si además tienes que aceptar que tu cara se ha deformado para siempre, las consecuencias para el estado de ánimo de la persona pueden ser nefastas.
La cirugía maxilofacial es la oportunidad que se les plantea a esas personas para que puedan seguir con su vida tal y como lo dejaron. Tras el accidente existen muchas posibilidades de que la cara y la boca, se vean afectadas y deformadas, debido a los objetos en el frontal del coche como el volante, el cristal o incluso el airbag. En los últimos años, los cortes con los cristales del coche se han reducido gracias a la implantación de los cristales laminados. Los traumatismos más frecuentes son en la nariz y en el hueso malar, el que sostiene las mejillas. Ante estas situaciones lo principal es recolocar el hueso, en ocasiones haciendo uso de placas y tornillos. Todo esto es necesario para reconstruir la estructura facial ósea, buscando siempre mantener los rasgos iniciales de la persona.
Otra de las consecuencias más comunes son las lesiones en la piel, ya sean heridas o quemaduras. Si estas se producen en la cara, se deberá trabajar con la mayor precaución posible, ya que el objetivo de la cirugía estética tras una operación es evitar dejar marcas. En caso de que sea un corte, la sutura debe realizarse con cuidado para dejar la cicatriz lo más pequeña posible. Si se trata de una quemadura, lo normal es realizar un injerto con piel de otra parte del cuerpo, para tapar la zona afectada.
Son muchos los traumatismos posibles que puedes tener tras un accidente de coche, o un accidente de moto, por eso ten cuidado al volante, y evitarás tener que someterte a cirugía, que podías haber evitado.