En el cuerpo humano existen más bacterias que células. Y estos pequeños microorganismos, junto con algunos hongos, viven en simbiosis en nuestro cuerpo. Lo que podemos considerar un verdadero ecosistema en nuestro interior. La lengua -y las enfermedades que puede padecer- es la protagonista de nuestro post de hoy, porque aunque no nos lo parezca existen muchos problemas que podemos encontrar en este músculo con glándulas salivales ya que está directamente expuesto a las bacterias que están cerca de nuestra boca.
Proyecto de investigación «Saca la lengua»
La Obra Social «La Caixa» junto con el «Centro de investigación Genómica», desempeñaron hace unos meses en Barcelona un proyecto llamado «Saca la lengua». Según señala Toni Gabaldón, profesor de investigación ICREA en el CRG y responsable científico del proyecto «Saca la lengua», comenta que: «El proyecto se lleva a cabo en conjunto con la ciudadanía, que participa en todas las etapas del proceso».
Imagen del proyecto de investigación «Saca la lengua». Foto: La Voz de Galicia
De hecho, tal y como señala el señor Gabaldón, el proyecto tiene un segundo objetivo «de carácter científico, que es el de conocer la composición del microbioma oral y estudiar cómo impartan los hábitos de vida en éste».
En la primera edición del proyecto, se centró en analizar metagenómica de las muestras de saliva de casi un millar de adolescentes. A los que se les realizó, de forma paralela, un cuestionario para conocer de primera mano su alimentación e higiene. De hecho, los resultados han servido para construir una descripción a gran escala del bricobioma bucal en la población adolescente española. En la segunda edición, «se ha abierto el estudio a la población adulta para saber cuál es la evolución de este microbioma y cómo cambia con la edad, así como también se ha incorporado al estudio a personas con diversos tipos de enfermedades o síndromes como la anorexia, el síndrome de Down o la celiaquía»
Actualmente, y gracias a este estudio, se ha encontrado una similitud entre el consumo de bebidas azucaradas y una composición diferente del microbioma. Lo que supondría la aparición de las caries, aunque esto habría que demostrarlo todavía en el laboratorio.
Con estos datos, podemos asegurar que el proyecto es todo un éxito en este campo. Y seguramente este estudio de la saliva pueda generar charlas y debates, generando de esta manera diálogo entre los ciudadanos y científicos.
