¿Sabías que 1 de cada 3 niños sufren caries en sus dientes de leche y 3 de cada 4 jóvenes en los definitivos? Por desgracia, muchas veces no prestamos excesiva atención a esta enfermedad que afecta a los peques de la casa y que puede evitarse o resolverse de una manera sencilla y amistosa con nuestros pequeños pacientes.
Todos sabemos que la caries es una enfermedad infecciosa, dinámica y multifactorial que se puede prevenir y que yendo al dentista se puede curar. Pero la pregunta es, ¿cómo? Es importante remarcar que no todos somos iguales, y tampoco todos los dientes lo son. Nuestra filosofía radica en individualizar cada caso y promover visitas preventivas a una temprana edad, en vez de esperar a la necesidad de tratamientos restauradores. ¿Cómo lo hacemos?
Primero se trata de elaborar diagnósticos individualizados:
– Trabajar con lupas de aumento para ver lesiones incipientes de mancha blanca y defectos de estructura.
– Test salivares para valorar el PH así como la cantidad de saliva.
– Test de streptococos mutans que son unos de los principales responsables de caries activas.
– Test de ácido láctico mediante el cual medimos la virulencia de los patógenos.
– Test de control de higiene mediante el triplaque, con el que determinamos si el tipo de placa en boca lleva más de 48 horas, 24 horas, o es reciente.
Y después, es muy importante hacer un control de hábitos de manera individual. Personalizando cada técnica de cepillado, así como entregando cepillos y pastas dentales en función de la edad y destreza de cada paciente
¿Cuáles son las principales repercusiones de la caries? ¿Por qué hay que prevenirlas y/o curarlas rápidamente? En primer lugar pueden provocar una alteración del sistema estomatognático . Y en segundo, a un nivel físico, pueden provocar crecimiento craneofacial, además de infecciones locales como abscesos y celulitis faciales y a distancia como patología cardiaca, de riñones, de articulaciones, caídas de pelo, etc. Incluso pueden afectar en el desarrollo psicológico del niño.
La Sociedad Española de Odontopediatría aconseja para prevenir y atajar la caries a tiempo, llevar a los niños al menos dos veces al año al dentista, especialmente ante los primeros síntomas.
En nuestra clínica, clasificamos y tratamos a todos los pacientes en función de su riesgo individualizado de caries, dividiéndolos en tres grupos: Bajo riesgo, alto riesgo y riesgo extremo, siguiendo el protocolo internacional CAMBRA. Ven y pregúntanos.