Muchas personas viven toda su vida sin plantearse que pueden estar padeciendo problemas de maloclusión mandibular. Cuando tu cuerpo y tu cara tiene una forma física determinada, te acostumbras a ello y no te planteas que sea un problema que se pueda solucionar. Uno de estos casos más comunes, son las deformaciones óseas en la cara, que producen una mala mordida. Es decir, masticamos mal la comida, cerramos mal la boca, y por lo tanto, esto deriva en otros problemas mucho más graves a lo largo de nuestra vida.

Las consecuencias de una mala mordida (maloclusión mandibular)

La maloclusión mandibular puede provocar:

  • Problemas periodontales
  • Inflamación de las encías
  • Reabsorción ósea
  • Acumulación de alimento
  • Dificultad para la masticación (problemas de nutrición)
  • Bruxismo (Rechinar de los dientes y desgaste dental)

Además, se ha demostrado que los problemas de mordida pueden propiciar problemas posturales y de equilibrio. Y diversos estudios establecen una relación entre las alteraciones oclusales y la postura, provocando asimetrías en la cabeza y el cuello, hombros, espalda, piernas. También dolores de cabeza, problemas de habla o de la respiración.

Qué es la cirugía ortognática

La cirugía ortognática, tal como la conocemos hoy en día, fue desarrollada a mediados del siglo XX, fundamentalmente por los trabajos de la escuela Alemana y, especialmente por los doctores Trauner y Obwegeser. La indicación inicial de estos procedimientos era la corrección de alteraciones dentofaciales moderadas y severas, siendo el objetivo fundamental de estos estudios corregir la mordida para una correcta oclusión.

El término ortognático se origina del griego, Orthos, recto, y Gnathos, mandíbula. Por lo tanto, la función de la cirugía ortognática es colocar la mandíbula en una posición más adecuada, más estética, más funcional y por supuesto más saludable. Esto se logra a través de la combinación de dos áreas o especialidades médico-odontológicas: la ortodoncia mueve los dientes y la cirugía maxilofacial mueve los huesos.

Las deformidades dentofaciales son muy frecuentes, entre un 8 y un 12 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de desequilibrio relacionado con los dientes y el rostro. Es decir, padecen de desarmonías dentofaciales, alteraciones que afectan tanto a los dientes (dento) como a la cara (facial).

Se trata sobre todo pacientes adultos que sufren una grave maloclusión (mala mordida) por causa esquelética y que por tanto no puede ser tratados únicamente con ortodoncia. La maloclusión impide una correcta función del aparato masticatorio. Con las consecuencias posteriores que esta disfunción tiene sobre los propios dientes, las encías y los huesos que los soportan, la articulación temporomandibular y la estética facial. 

Dr. César Colmenero: cirujano maxilofacial

En Atiziber Yagüe Cortázar contamos con el Dr. César Colmenero como colaborador externo a la clínica, para realizar este tipo de cirugías. Es nº 1 Vía MIR en Cirugía Maxilofacial y recientemente, ha sido reconocido en la 3ª Edición de los Doctoralia Awards como el cirujano maxilofacial más valorado de España.

Someterse a una cirugía suele producir un poco de rechazo y tal vez hasta miedo, pero con los métodos de sedación y de mínima invasión, podrás estar más que tranquilo. Además, este método de cirugía mínimamente invasiva, permitirá que no tengas que preguntarte ¿me van a quedar cicatrices tras la operación?, ya que hace que las incisiones sean cada vez menores, y por lo tanto también las cicatrices.